El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo el domingo que "congeló" las relaciones bilaterales con su vecino Colombia, luego de que Bogotá haya decidido alejarlo, junto con la senadora colombiana Piedad Córdoba, de la mediación con las FARC.
"Declaro al mundo que las relaciones con Colombia las meto en un congelador, no creo en nadie en el gobierno de Colombia", dijo Chávez.
El mandatario estaba negociando con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para lograr el intercambio de unos 50 secuestrados por 500 guerrilleros presos.
Asimismo, también declaró que las relaciones con España seguirán suspendidas "hasta que el rey de España no se disculpe", en referencia al entredicho que tuvo con el rey Juan Carlos en la Cumbre Iberoamericana de Chile, donde el monarca lo mandó a callar.
El mandatario venezolano indicó que el gabinete colombiano emitió el sábado "un comunicado cargado de mentiras y eso es grave cuando un gobierno miente. Lanzaron un escupitazo brutal en nuestro rostro, que le pusimos el alma para tratar de buscar el camino a la paz".
Afirmó que a su par de Colombia, Álvaro Uribe, "lo presionan mucho los gringos, la oligarquía y los militares colombianos".
Según Chávez, la mediación con las FARC "venía avanzando, teníamos una fórmula para lograr el acuerdo humanitario".
Además, señaló que "las compañías que los colombianos tienen aquí, las compañías que nosotros tenemos allá, todas serán dañadas".
"Proyectos expansionistas"
Uribe respondió a las declaraciones de Chávez alegando que las mediaciones estaban más interesadas "en posibilitar un gobierno con influencias de terrorismo en Colombia que en ayudarnos a superar la tragedia de los secuestrados y a conseguir la paz".
El mandatario colombiano relató que "nuestro cónsul en los Estados Unidos, que acompañó a la senadora Córdoba a la reunión con uno de los presos pertenecientes a las FARC, (...) nos ha informado que la senadora habló con el preso de las FARC de política, de la posibilidad de una nueva constituyente en Colombia, todo eso es respetable así no estemos de acuerdo, pero la senadora también habló de la necesidad de un gobierno de transición en Colombia".
Uribe agregó que "eso nos da el derecho a los colombianos a interpretar que la mediación a la cual lo invitó la senadora Piedad Córdoba (...), estaba más interesada esta mediación en posibilitar un gobierno con influencias de terrorismo en Colombia que en ayudarnos a superar la tragedia de los secuestrados y a conseguir la paz".
"Le digo al mundo que pedimos y recibimos ayuda pero no aceptamos proyectos expansionistas", remarcó Uribe.
Desacuerdo
Corresponsales indican que Uribe, cuyo padre murió a manos de las FARC, estaba cada vez más molesto con Chávez por su manera supuestamente poco ortodoxa de negociar.
Inclusive, han aparecido fotos que muestran a Chávez posando con un comandante de las FARC.
Además, esta semana Chávez había revelado en París que Uribe le había dicho que estaba preparado para reunirse con el líder de las FARC, Manuel Marulanda.
Esta declaración irritó a Uribe, quien dijo que la conversación había sido confidencial.
Finalmente, Chávez fue removido de su rol de mediador luego de que desacatara una orden del gobierno colombiano de evitar el contacto directo con el comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Mario Montoya.
Postura de Francia
Por su parte, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, instó a Uribe a reconsiderar su decisión de sacar a Chávez de la mediación.
Sarkozy tiene un interés particular en el asunto, ya que una de las rehenes -Ingrid Betancourt- es ciudadana francesa.
El presidente francés dijo que creía que el líder venezolano sigue siendo la persona indicada para negociar un canje humanitario con los rebeldes.
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